Lo que te enseña la pantera rosa que evitas todos los días.
Mira.
Desde hace dos semanas, estoy volviendo a ver la serie de la pantera rosa.
La antigua, nada de remakes.
¿Por qué?
Porque me salió en YouTube, me reí.
Y recordé mi infancia con ella
(esto es algo muy importante en las personas, tanto como para la venta como para la vida que es lo mismo, pero otro día te lo digo)
Pero bueno, eso no es lo que te importa.
Sabrás que en todos los dibujos cuentan historias.
Algunas graciosas, otras más tristes.
Historias.
Que es lo que hace que te enganches a ellos.
Pues en esas historias.
Siempre.
Siempre.
Siempre.
Hay cosas de las que podemos aprender.
Incluso aunque no lo veas.
De hecho ayer viendo la pantera rosa.
La puta pantera rosa, lo flipé diciendo, es que no lo puede escenificar mejor.
Te cuento lo que era.
La pantera rosa se quería comprar un perro.
Pero no para comérselo, sino de mascota.
Total que entra en una tienda.
Y tras no tener dinero ni para un perro, ni gato, ni pájaro, ni ratón.
Sólo tenía 10 centavos.
Sale y un hombre le vende una piedra en una caja como si fuera un perro por 10 centavos.
Aquí la cosa no es que la piedra se empiece a comportar como lo hace un perro.
Que también.
La cosa es que la piedra hace que echen de casa a la pantera.
Porque se pone grande y rompe el suelo.
Es decir.
Cuando come.
Se pone grande.
Pero muy rápido.
No voy a hacer una referencia o metáfora con esto.
Pues total que la pantera se enfada con la piedra y la quiere perder de vista.
La primera vez le tira un palo para perderla.
Lo va a recoger, y cuando vuelve, se pone más grande porque ha pasado por un lago de cemento.
Nuestra pantera, flipándolo, vuelve a hacer lo mismo.
Y vuelve a pasar lo mismo.
La piedra vuelve más grande todavía.
A la tercera.
No creerás lo que pasa.
La piedra cae de un precipicio a unos cables.
Esos cables hacen de tirachinas.
La piedra vuelve hacia arriba y cae justo en los pies de la pantera.
Entonces…
Se rompe.
Y se forman como cincuenta piedrecitas más pequeñitas.
Que por supuesto siguen a la pantera rosa como unos patitos siguen a mamá pato.
Me parece una locura la metáfora.
Porque es lo mismo que te pasa a ti con tus miedos y responsabilidades.
Si ves la relación, no veas el vídeo que hay a continuación.
Seguramente no te haga falta.
Si no lo has pillado.
O no estás seguro.
Por favor, hazte un favor y míralo.
O mándale este correo a quien creas que le haga falta.
Lo que tú veas.
Sigan en progreso.